AUTOESTIMA Y AUTOIMAGEN


Desde niños vamos construyendo nuestro propio concepto, autoimagen y sentido de nosotros mismos, con arreglo a los mensajes que recibimos de nuestros padres, hermanos, familiares, amigos y maestros. 

Tal y como estas personas nos consideran, así creeremos que somos desde pequeñitos. Se trata de la piedra angular que permitirá a los niños desarrollar con plenitud lo que llevan dentro.

La autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía personal y de nuestra capacidad. Es la suma de autoconfianza, sentimiento de la propia competencia y el respeto y consideración que nos tenemos a nosotros mismos.

 Es claro que si no se satisface en el ser humano la necesidad de autovaloración, tampoco se satisfarán otras necesidades.

 Quien se siente a gusto consigo mismo suele sentirse bien en la vida, desarrollar todo su potencial y creatividad y afrontar responsablemente y con eficacia los retos que se planteen. 

La fe en uno mismo y la autovaloración descansa en dos creencias íntimas firmes y claras:

 - Soy una persona amada incondicionalmente y soy digno del amor que recibo. - Soy competente, inteligente, válido y capaz. 

Soy alguien, que valgo, y puedo valerme por mí mismo y me encuentro integrado con mi entorno, dueño de mi mismo y de las circunstancias que estoy viviendo.

 Hemos de poner empeño en el logro de tres objetivos: 

a) El amor incondicional, lo cual significa que cada uno de nosotros necesitamos ser queridos en virtud de nosotros mismos, de nuestra propia existencia, con independencia de nuestras aptitudes mejores y peores e incluso de nuestros actos. No podemos condicionar el amor a nuestros hijos con calificaciones escolares, ni en el mejor o peor comportamiento.

b) El sentimiento de un amor incondicional proporciona consistencia afectiva y bondad, que tiende a transmitirse, a derramarse sobre los demás, sin necesidad de chantajes afectivos.

 c) El sentimiento de la propia competencia es importante. La competencia, la propia valía, son los muros de contención de ese edificio que se vendría abajo sin el firme cimiento del amor incondicional.

 Elevar la autoestima de cualquier persona es el regalo más valioso que hacemos. En definitiva, desarrollar la autoestima propia y la de los demás es la forma más segura de crear felicidad.

 Difícilmente llegaremos a sentirnos valiosos y competentes, si nos conducimos de forma inconsciente e irreflexiva. 

Vivir conscientemente es conocer y comprender todo lo que afecta a nuestros propósitos, valores, objetivos y metas y conocernos de forma coherente y práctica.

 La autoestima no depende sino del modo en que usemos nuestra conciencia. Cada vez que nos culpamos y condenamos, estamos condenándonos al fracaso.

 Por paradójico que parezca, culparse es justificarse y renunciar a corregir los errores de inmediato, Comprueba en qué medida vives de forma consciente y responsable, o por el contrario, inconscientemente.

Comentarios