AHORA:
Observa tu mente sin dejarte llevar .
Corta los pensamientos compulsivos.
Presta atención al momento.
CON CONOCIMIENTO
Expande tu consciencia mediante con la meditación.
Sigue el instinto de tu verdadero anhelo de vivir.
Considera el dolor como un gran maestro
CON LOS DEMÁS
Corta tus pensamientos nacidos del miedo.
Piensa en las personas y en todo cuanto te rodea con amor.
Reflexiona sobre la Unidad que somos todos.
CON TUS ERRORES
Acógete con bondad y de forma incondicional.
Acepta lo que te hace sufrir sin dramatizar.
Eres más que lo que te duele.
VIVE EN FRATERNIDAD
En nuestra mente los pensamientos se rigen por dos corrientes antagónicas, nos dice
Marianne Williamson (Volver al amor): el miedo y el amor; ambos hacen que actuemos hacia el bien o hacia el mal.
Si pensamos con amor viviremos en fraternidad y solidaridad.
iReconoce tu inseguridad.
Un yo inseguro se aferrará compulsivamente a todo aquello que perciba como fuente de seguridad: "Según encuestas recientes, los principales valores en los Estados Unidos son: ser atractivo, tener éxito y ser rico.
Como puede apreciarse, los tres apuntan en una misma dirección: el sostenimiento del pequeño yo, que busca afirmarse por todos los medios", explica Martínez.
Revélate a la satisfacción consumista.
Vivimos en una sociedad donde constantemente se adquieren objetos innecesarios a través de la excitación del deseo y la necesidad de una satisfacción inmediata. Según Martínez: "Este consumo distrae, entretiene y no deja espacio para otra cosa; se vive vertido hacia la superficialidad frivola, en un reduccionismo de lo humano que puede considerarse como la mayor lacra actual". Reflexiona sobre los deseos que te dominan y comienza a tomar el control de tu vida.
Sé consciente.
Ante un mundo injusto y fracturado, ante realidades cotidianas que afectan a millones de seres humanos, víctimas de la avaricia y la prepotencia de otros, debemos empezar por una toma de conciencia : ¿cuál es nuestra "sensibilidad humana" frente a la injusticia y al sufrimiento: Eckhart Tolle explica: "Esta sociedad tan desigual es un pozo sin fondo que sólo terminará con la emergencia de la consciencia".
Por todo esto, tenemos el deber de aprender a vivir en solidaridad, de favorecer el paso hacia una nueva consciencia transpersonal: la consciencia de la Unidad, que nos desvela la fraternidad que somos.
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