Se sufre demasiado por amor, ésa es la verdad. Incluso los que se vanaglorian de estar perfectamente acoplados a su pareja, en lo más recóndito de su ser a veces albergan dudas, inseguridades o pequeños miedos anticipatorios respecto a su futuro afectivo.
Nunca se sabe... ¿Quién no ha sufrido alguna vez por estar con la persona equivocada, por sentir un bajón en el deseo o simplemente por la caricia que nunca llegó? No hay nada más hipersensible que el amor, nada más arrebatador, nada más vital. Renunciar a él es vivir menos o no vivir.
Un amor completo, sano y gratificante que nos acerque más a la tranquilidad que al sufrimiento,requiere de la unión ponderada de los tres factores mencionados: deseo (eros), amistad (philia) y ternura (ágape). La triple condición del amor que se renueva a sí misma, una y otra vez, de manera inevitable.
Según Rousseau decía
Todas las pasiones son buenas cuando
uno es dueño de ellas, y todas son malas
cuando nos esclavizan.
Eros es ante todo un amor fluctuante, turbulento y contradictorio.
Eros es posesivo, dominante, concupiscente y, aun así, imprescindible.
Se tiende a idealizar al ser amado.
Sentimientos intensos de apego y de atracción sexual. Aunque la mayoría de las personas diferencian entre el gozo afectivo y el placer sexual, el enamoramiento los unifica de manera indiscriminada.
Deseo y afecto se amalgaman Y hace que los individuos "enamorados" piensen que el amor y el sexo siempre van juntos.
Aunque los varones son más propensos que las mujeres a tener sexo sin afecto, cuando eros está enardecido, las diferencias de género desaparecen: no somos ni de Marte o ni de Venus, sino terráqueos apasionados, descompuestos de amor, colmados de. deseo.
Además, el enamoramiento tiene ciertos componentes químicos que explican en parte el comportamiento que provoca.
Se ha descubierto que la excitación romántica está directamente ligada a la feniletinamina, una sustancia estimulante adictiva que cuando se dispara produce euforia y alborozo.
Para no sufrir
Disfruta del enamoramiento sin dejar que
afecte tu individualidad y tu salud mental.
Qué hacer entonces para mermar la angustia del enamoramiento? ¿Es posible preparar y
fortalecer la mente para semejante asalto al corazón? .
Podemos incrementar nuestra inmunidad a
sufrir. No implica perder la sensibilidad por el placer y el gusto al enamoramiento, sino darle un toque racional, un freno inteligente para vivir a eros más tranquilamente y no salir lastimados (al menos, no tanto como vemos que ocurre en la mayoría de la gente).
Reflexionar antes, durante y
después del enamoramiento: racionalizar el deseo, al menos cuando deba hacerse.
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