COMO CONTROLAR LO QUE TE SACA DE QUICIO



LA AGRESIVIDAD AL VOLANTE

El coche genera una serie de circunstancias (tensión, sensación de fortaleza, anonimato, etcétera) que liberan unas respuestas que no te permitirías en otra situación, como insultos, amenazas y hasta agresiones.

¿CÓMO EVITARLA?

Imagina que vas en un vehículo transparente y todo el mundo te ve. ¿Vas a insultar a tu jefe, a tu amigo, a tu vecino..?

Sé tú. Sé la misma persona cuando conduces que cuando vas por la calle andando.

Conduce de manera prudente. El ánimo se relajará y disfrutarás la experiencia.

Sé tolerante. Los demás conductores no son enemigos, sino compañeros de fatigas. 
El coche es tuyo, pero la carretera es de todos.

Los demás también tienen sus derechos.

Cambia tu estilo de vida

Los arrebatos de cólera injustificados se deben, en su mayoría, a una insatisfacción personal que arrastramos sin darnos cuenta. Asegúrate de que todo está bien en tu vida, que tus prioridades están satisfechas, tus proyectos vitales en proceso y que los pequeños conflictos los resuelves con paciencia.

Si no es así, plantéate hacer pequeños cambios en tu vida como practicar ejercicio físico, que evita que la tensión se acumule y te ayuda a distanciarte durante un tiempo de los conflictos cotidianos.

 Meditar, hacer yoga, pasear, pueden aportar momentos de relajación y desconexión, y espacios para reflexionar sobre el porqué de esas emociones incontroladas. Busca alternativas a las situaciones que te causan estrés, cambiando, si es posible, el lugar o las condiciones donde afrontarlas. 

Aprende a expresar tus sentimientos de otras maneras: dibujando, escribiendo, conversando, etc. Y, sobre todo, desarrolla el sentido del humor. Es imposible enfadarse y reírse al mismo tiempo.

LA IRA EN EL TRABAJO

Sientes que tu jefe te trata injustamente, y tú no solo te enfadas en ese momento, sino que
Te dura varios días el malhumor y te cuesta rendir bien en el trabajo.

COMO EVITARLA?

Pon freno al enfado. Corrige los pensamientos que te asaltan ante esa situación y pon otros más eficaces en su lugar.

Piensa que tú eres dueño de ti mismo. 

Una cosa son sus exigencias y otra que tú le des el poder de amargarte la vida.

No te lleves el problema a casa.

Pensar o hablar mal de él parece que te ayuda como deshaogo pero en realidad perjudica más porque aumenta el enfado, el malestar y las relaciones con otras personas.

 ¿Quieres llevarte ese trabajo extra todos los días a casa?
Sucumbir a la ira afecta al rendimiento. ¿Quieres dar más excusas a tu jefe?

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