Todos tenemos una idea mental de cómo es nuestro cuerpo, cómo está dispuesto y hasta de cómo se mueve.
Pero esta idea se encuentra bastante lejos de la realidad .
Desde que somos niños y durante el proceso de crecimiento, las emociones, las inhibiciones y las represiones construyen nuestra postura y movimiento, pues quedan impresas en todo el cuerpo, distorsionando esa imagen irreal o incompleta que tenemos en la mente y definiendo cómo será y se comportará realmente .
Estos registros crean una estructura rígida y limitante que no sólo afecta al cuerpo sino también a la mente.
Es la llamada capa o coraza muscular. Cuanto más instaurada esta la coraza, más lejos de nuestro cuerpo real nos encontramos.
Las capas que nos envuelven
EL PRIMERO EN HABLAR de las capas defensivas fue Alexander Lowen, padre del PSICOANÁLISIS corporal", y estableció tres capas concéntricas y un centro:
1.- Capa del ego, es decir, la capa de las defensas psíquicas, donde encuentran refugio la negación, el reproche, la desconfianza y la razón intelectual. Es la capa más externa .
2.- Capa muscular, que es donde hallamos las tensiones musculares que responden a las defensas del ego y a los sentimientos
reprimidos.
Ésta es el área de enlace la razón y las emociones,.
3.- Capa emocional, la coraza de las emociones que no se han expresado y el lugar donde se alojan el pánico, el miedo, la rabia, la desesperación, la tristeza y el dolor emocional.
El centro es el corazón, de donde nace el sentimiento del amor.
La salud, en relación a estas capas, consiste en alejarnos del cariz defensivo que puedan tener, para acercarnos a una relación expresiva y coordinada en la que las emociones no sean reprimidas ni grabadas en el mapa corporal.
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