Qué es el miedo? ¿Por qué reaccionamos con miedo ante ciertas situaciones? ¿Por qué otras personas no reaccionan igual?
No lo sabemos, pero la mayoría de los psicólogos cree que se debe en parte a la educación, en parte a los vínculos y a los estímulos con y desde el exterior durante el desarrollo humano.
Hay dos tipos de miedo, uno sano o equilibrante, que es la prudencia y nos pone en alerta.
Otro tipo de miedo es el estrés. El 43 por ciento de las personas que trabajan, tienen estrés. Éste nace de la diferencia entre lo que yo quiero hacer y lo que realmente puedo.
Como reaccionamos ante el miedo? Alguien dijo con la huida, la defensa agresiva, la inmovilidad o la
sumisión.
Las personas tenemos una quinta alternativa, la que hemos definido como NoMiedo, que no significa no dejar de tener temor (que es
imposible), sino que éste no bloquee.
Para ello necesitamos tener una visión clara, para marcar un rumbo en nuestra vida.
No hay nada más
desconcertante que no saber qué se quiere.
Todos tenemos miedo a algunas cosas o situaciones, ya sea hablar con alguien superior, a la oscuridad, a las tormentas, a animales, etc.
Estos miedos son totalmente normales. Pero cuando el temor a ellos llega a tal punto que interfiere en la vida cotidiana y nos priva de disfrutar cosas que podríamos hacer con facilidad, es ahí cuando los temores se convierten en fobias.
Viktor Frankl, psicólogo y psiquiatra judío, en su maravilloso libro titulado “El hombre en busca del sentido” relata su dura experiencia como prisionero en Auschwitz.
Él decía que no tenían libertad para escapar, pero tenían la libertad más profunda, la de decidir qué actitud querían tomar.
Esa es la libertad del ser humano ante determinadas circunstancias extremas.
Dicha actitud es la que nos ayuda a entender que el éxito no siempre está en lograr lo que uno busca,
porque muchas veces no está en nuestras manos, sino en volverse a levantar después de una caída.
No Miedo se resume en la cita de Nelson Mándela:
“No es valiente quien no tiene miedo, si no quien sabe conquistarlo” y lo podemos
conquistar.
Muchisimas gracias por compartir tan interesante artículo
ResponderEliminarGracias amiga Esperanza.
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