CARICIAS PSICOLÓGICAS : PAUTAS PARA REFORZAR EL AFECTO EN PAREJA



Es muy valioso saber acerca de lo que son las caricias ya que estos gestos o acciones que llevamos a cabo en nuestras relaciones son como la comida que nos ayuda a crecer y desarrollarnos.

La comida sacia nuestro hambre y el agua nuestra sed. Pero nuestro “hambre” de estímulos en forma de caricias es vital para nuestro desarrollo vital.

Necesitamos ser reconocidos y tocados por los demás, y por nosotros mismos.

Las caricias son como el sueño: tienen el poder de reconstituirnos, con la diferencia de que cuando las recibimos estamos despiertos.

Las palabras tienen un efecto tan fuerte como los gestos físicos sobre las personas.

Las manos lo saben, la piel lo sabe: acariciar es uno de los verbos más importantes de la vida. Es lo que le da sentido, lo que la sana, lo que educa su sensibilidad, lo que enciende la luz, lo que la calma.

Son muchas las personas que no saben expresar sentimientos o emociones. Por su personalidad o por su educación, les impide poder demostrar su afectividad de modo abierto y sincero. 

Esperan que los demás lo hagan, mientras ellos, muestran cierta frialdad o lejanía. Un comportamiento distorsionado que puede ocasionar graves problemas a nivel de pareja, y también a nivel familiar con los más pequeños.

Somos un maravilloso y sofisticado conglomerado de efectos químicos que aportan su magia a nuestras emociones. 

Así, una simple caricia provoca de inmediato que se segrege oxitocina, la hormona de la felicidad y del placer. Nos hace sentir bien, es satisfactorio y agradable.

 Reduce el estrés. Algo tan sencillo como una caricia, reduce nuestros niveles de cortisol en sangre. Nos relaja y baja de inmediato el estrés y la ansiedad.

 Las caricias a nivel de pareja actúan como catalizadores para la resolución de conflictos. Tras una disputa, tras una discusión, una sola caricia puede calmar la situación. 

El significado que encierran estos simples gestos, son algo muy antiguo e intenso en el ser humano. Nos sentimos amados y reconfortados. Nada puede ser más placentero y sincero.

Las relaciones de pareja son las que más van a notar la ausencia o la presencia de palabras de afecto.

 Estas palabras son catalogadas como "caricias psicológicas" y nos ayudan a demostrar a los demás lo que sentimos, a profundizar en la unión y a reforzar la valía de, en este caso, nuestra pareja. 

Si ponemos hincapié en ellas, en trabajarlas y expresarlas, podemos ver cómo el vínculo se incrementa y la relación gana en intimidad.

El amor, el cariño o el afecto se demuestran no solo con los actos. De hecho, dar por supuesto las cosas, que el otro sabe lo que sentimos sin más, puede hacer que se genere un vacío de información que vaya creando malestar palpable.

 Sin embargo, si no queremos caer en eso y queremos potenciar los lazos, debemos saber usar y hacer a diario las "caricias psicológicas".

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