Para cambiar cualquier actitud o conducta primero debemos transformar nuestra manera de pensar, que tiende a funcionar de forma mecánica e inconsciente.
Todo comienza con un pensamiento, el cual crea un sistema de creencias, y de las cuales interpretamos de forma subjetiva todo aquello que nos va sucediendo en la vida.
Desencadenandose unas reacciones que son las que finalmente determinan nuestra experiencia.
Si realmente estamos comprometidos con nuestro propio desarrollo personal, es imprescindible que conozcamos cómo funciona nuestra mente para aprender a pensar de forma consciente.Transformar el pensamiento es muy importante.
La mente no sabe vivir el tiempo presente, porque está demasiado ocupada para percibirlo.
Si no está rebuscando en los archivos del dolor, estará planeando el futuro dentro de los parámetros de lo que ya has vivido. Ella no tiene posibilidades de aceptar algo diferente a lo que ya conoce.
Los pensamientos proyectados al futuro te paralizaran de miedo, porque se enfrentan con la incertidumbre.. y el miedo es tu peor consejero. Si lo aceptas como huésped te atraerá precisamente aquello que mas temes.
El miedo al futuro, nubla tu presente y reaviva el pasado.
Si te aferras al pasado, el presente muere y el futuro deja de tener importancia.
Muchas veces nos encontramos recordando el pasado pero sentimos como que lo estuviésemos viviendo de nuevo.Y es cierto, es bonito recordar, pero quedamos rememorando y reviviendo el pasado o lo estamos usando para vivir aquí y ahora.?
Sola la persona creativa y flexible puede realmente dirigir el futuro, solo aquella que puede enfrentarse a la novedad confiadamente y sin temor.
Piensa en el pasado , y para que se disipe ten el convencimiento de que siempre hiciste lo mejor que pudiste.
El futuro dejara de amenazarte si sabes que siempre estas bajo el cuidado de la provisión divina, que es perfecta.
Tu perteneces ahora a la eternidad, que equivale al enfoque consciente en el “aquí y el ahora”. Este es el secreto de un hombre, que al acercarse el final de su vida sabe morir, simplemente porque ha sabido vivir.
Solo puedes ser feliz en el “aquí y el ahora”, que es lo único que es tuyo. Ese “aquí y ahora” tienes que vivirlo, no con la mente y sus juicios interminables, sino con la conciencia de tu cuerpo físico y su inteligencia celular.
Esto lo consigues si cultivas la atención enfocada hacia tu interior. Desde allí se te revelara un universo nuevo, espiritual y perfecto.
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