Seguro que si un genio saliera de una lámpara y nos dijera que nos conceden tres deseos relacionados con el cuerpo o con cualquier otra cosa , pediríamos bajar de peso o lo que nos hiciera falta en este momento .
Piénsalo y dime si no es cierto. Entre las lista de fantasías puede haber cosas como querer tener un novio como Enrique Iglesias y comprarse un Ferrari.
El ser humano sabe que existe el engaño y no obstante sucumbe ante las tretas. No siempre se está preparado para la trampa por más que se crea, se sea inteligente o se tenga experiencia.
Vivimos tiempos revueltos, confusos, tiempos de engaños y medias verdades. Encontramos mentiras y además sostenidas en el tiempo en múltiples ámbitos.
Como dice la sabiduría popular la mentira tiene las patas cortas, pero a la vez tiene un alcance largo porque salpica todo a su alrededor.
Como dijo muy sabiamente Abraham Lincoln : «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo«.
Pero esa frase tiene una parte muy perversa: puedes engañar a algunos todo el tiempo. Y en eso se basan algunas personas para vender humo, para hacerte creer cosas imposibles, para como se dice vulgarmente venderte la moto.
Para enfrentar el engaño lo importante es buscar la mayor información posible, utilizar nuestra intuición, y por ultimo, la razón antes que la emoción. Un viejo proverbio árabe dice que la primera vez que te engañen, será culpa del otro, pero la segunda será culpa tuya.
Muchos se aprovechan de los sueños colectivos de la gente . Nos dejamos engañar con facilidad y otros se las ingenian para mentir sin ser descubiertos . Lo más sorprendente es que la gente suele ser incapaz de destapar los engaños... ¿A qué se debe esto ?
La psicología del engaño ejerce tanta fascinación en los seres humanos que, con frecuencia, convierten en héroes a los mentirosos.
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