CÓMO JUGAR CON LOS "MENSAJES " DEL AZAR




 La intuición juega un papel fundamental en la vida de las personas, y para desarrollarla lo primero es trabajar la atención y la observación.


Prestar atención a las sincronicidades puede convertir nuestra vida en un escenario mucho más interesante y lleno de oportunidades y creatividad. ¿Cómo empezar a jugar con estos mensajes sutiles y efímeros?


1. Lleva siempre contigo una libreta de notas. Apunta en ella todo lo que se te ocurra: acontecimientos que te suceden, ideas, sueños que has tenido, proyectos, frases significativas que encuentres o buenos consejos que te den.


Si la relees al cabo del tiempo, sin intentar juzgar tus anotaciones, quizá descubrirás nombres, números, símbolos o conceptos que se repiten y que pueden servirte de guía o darte claridad en algún momento de confusión. No te autocensures pensando que lo que apuntas no tiene ningún valor.

 

2. Entrena tu capacidad de observación. Para hacerlo, proponte seguir el siguiente experimento. Instálate en un banco, en el parque o en un lugar público que te guste.


 Afila tus sentidos y presta atención a todo: las personas que pasan, cómo van vestidas, el mensaje del grafiti de la pared, los olores, los diálogos que escuches, la forma de las nubes, los árboles, el tipo de flores que ves, la canción que suena en el móvil de aquel chaval, los colores, las formas que hacen las sombras, el nombre del perrito que esa señora no deja de llamar…

 

Anota todos esos detalles aparentemente anodinos en tu libreta de notas. Repásalo luego. ¿Hay algo que destaque, que intente salir a la superficie? ¿Quizá el nombre del perro también es el nombre del protagonista de esa novela que quieres empezar a leer?.


 Para darse cuenta de las coincidencias significativas debemos movilizar nuestra atención. Y para ello, tenemos que, de nuevo, bajar revoluciones. 


En nuestros contextos cotidianos, rodeados de pantallas y saturados de información, es muy fácil que olvidemos prestar atención a las señales sutiles que emite regularmente el entorno. Vuelve a mirar los mensajes en los carteles, ese artículo con el que te topas tres veces seguidas, el autor o la palabra que no dejas de ver últimamente.

 

3. Repasa tu jornada. Antes de irte a dormir, detente un momento y pasa revista a la película de tu día. Repasa de memoria todos los acontecimientos, escena a escena, en orden cronológico o hacia atrás.


 Observa los detalles importantes que tu conciencia quizá no ha retenido en el momento y apúntalos en tu libreta. Trata, también, de resumir tu día en una palabra. 


Si la jornada fuera una palabra, un color, un símbolo, el título de un libro, una serie o una canción, ¿cuál  sería? Cierra la libreta y apaga la luz. Existen muchas posibilidades de que tus sueños y tus anotaciones encuentren una manera de comunicarse.


4. Presta atención a los lapsus y los errores. El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, dedicó muchas páginas al estudio de estos fenómenos. 


Los lapsus y las equivocaciones pueden convertirse en un juego divertido, una especie de guiño malicioso de nuestro subconsciente.


 Olvidar el nombre de una ciudad en la que acabamos de estar, llamar a una persona por el nombre de otra, dejarse el bolso o el teléfono en casa de un amigo con quien quizá anhelamos tener otro tipo de relación, pueden ser gestos reveladores de algo anclado en nuestra psique y que pugna por emerger.


 Cuando te suceda, presta atención y busca su posible significado: ¿es tu error un signo de fatiga pasajera, de falta de atención o tiene algún sentido o algún mensaje para ti?

 

5. Juega a la bibliomancia, o sea, a practicar el arte de la ”adivinación” a través de los libros. Se dice que Abraham Lincoln abría a menudo la Biblia en una página al azar en busca de una interpretación de sus sueños.


 Hay quien utiliza el diccionario y elige, también al azar, una palabra que deberá ser la tónica de su jornada. También hay quien se hace una pregunta y luego toma cualquier libro, en casa o en una biblioteca, y con los ojos cerrados pasa los dedos por la página hasta que estos se detienen.


 Entonces abre los ojos y descubre el texto que aparece. ¿Cuáles son las primeras sensaciones e ideas que surgen al leerlo?

 

Hay quien coge un libro y lee una palabra al azar en busca de inspiración o de respuestas a sus inquietudes Miguel Romero / Getty Images/iStockphoto


Arthur Koestler hablaba del “ángel de la biblioteca”, un espíritu estudioso que desvela el texto adecuado en el momento adecuado, cuando, por ejemplo, un libro se cae de una estantería o sobresale de ella, o incluso se abre por una página determinada que, si leemos, quizá nos aporta un mensaje oculto.


 Ese espíritu también podría, según Koestler, hacer desaparecer un libro que nos parece importantísimo releer en un momento determinado, para hacer que reaparezca cuando ya nos hemos dado cuenta de que en realidad no lo necesitábamos.

 

6. Juega y diviértete, pero no seas literal en tus interpretaciones y desapégate de los resultados. Está bien abrir la mente, pero no obsesionarse ni vivir en un estado constante de superstición o vigilancia. 


No hace falta convertirse en una de esas personas que no toman ninguna decisión sin el consejo de un vidente o una tirada de cartas del tarot, o que no toman cierta ruta si pasa por allí un pobre gato negro.


Está bien abrir la mente, pero no obsesionarse ni vivir en un estado constante de superstición o vigilancia.


Los acontecimientos misteriosos deben servir para conectar con nosotros mismos y prestar atención a aspectos personales desatendidos.


 También para abrirse a la vida con gratitud y aceptarla tal y como es, rindiéndose de vez en cuando a la magia del momento y de los encuentros que se nos ofrecen.


Comentarios

  1. Hace tiempo mi ser era capaz de leer estos mensajes de manera instantánea.
    Era algo fascinante, me encontré mensajes increíbles, que me ayudaron a seguir con mi vida.
    Cometí un grave error, y olvidé escuchar, observar y leer.
    Y perdí algo hermoso, perdí parte de mi vida para dedicarme a deambular por este mundo.
    Creo que dentro de cada uno tenemos la virtud de entender los mensajes que se nos presentan.
    En mi caso la monotonía y el miedo, me han llevado a vivir como un ser simple.
    Aunque miro a los que me rodean, y se que no soy como ellos, pero vivo como ellos.
    Gracias por escucharme.

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  2. Lo que me estás contando es muy triste y te comprendo , a mi me paso algo parecido . Es difícil , pero debes retomar lo que ya tenias . Esa percepción esta en ti .Solo debes volver a conectar la dial adecuada .

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