Para desempeñar bien tus diferentes roles en la vida como es amigo, cónyuge, pareja, compañero de trabajo, gerente, líder, o cualquiera que sea el rol que estés desempeñando en este momento debes aprender a gestionar tus emociones y por eso es esencial que seas consciente de la importancia de la Gestión de tus Emociones para vivir una vida feliz y exitosa.
Gestionar tus emociones no significa controlarlas o reprimirlas sino que significa darse cuenta de lo que estás sintiendo y de lo que está ocurriendo dentro de ti, ser dueño de eso que sientes ya que tú eres quien lo permite, prestar atención a lo que significa eso que sientes y, una vez en ese punto actuar con responsabilidad.
Las emociones a menudo se describen como energía en movimiento que tenemos que gestionar y que muchas veces frenamos ese movimiento cuando las juzgamos como algo o inadecuado, es decir, que no escuchamos el mensaje real que nos están transmitiendo.
La gestión de emociones tiene que ver con la capacidad de sentir nuestras emociones para que podamos recibir su mensaje y usar su energía para realizar una acción apropiada.
Tus emociones son un reflejo de tus creencias sobre los hechos o acontecimientos que ocurren en tu vida.
Por ejemplo, si estás trabajando y crees que tu trabajo te define y lo es todo y escuchas que van a despedir a cierto número de personas es posible que creas que de repente puedes perder tu trabajo y es probable que empieces a sentir miedo ya que están en juego muchas cosas.
Si en ese momento reprimes ese miedo, es probable que, por reprimir ese miedo y no realizar las acciones que te pide esa emoción, el miedo se convierta en ira o rabia que surgirá y actuará en algún momento, normalmente en el momento menos apropiado y contra la persona menos apropiada..
Pero si, por el contrario, eres una persona que ve su trabajo simplemente como un aspecto más de tu vida, y crees que tu valor intrínseco como persona está en tus habilidades y cualidades y no en tu trabajo, entonces tus emociones ante la pérdida del trabajo será probablemente muy diferente.
Es posible que veas ese acontecimiento de pérdida de trabajo como una oportunidad para explorar un nuevo camino y un nuevo trabajo.
Lo que quiero que te des cuenta es que las emociones que sientes en cualquier situación que vivas se corresponde exactamente con lo que tú crees sobre ti y la situación que vives, o sea tus creencias.
Saber que puedes cambiar el cómo te sientes, simplemente cambiando la forma que interpretas y piensas cada experiencia es un concepto empoderante ¿verdad?.
Si te sientes enfadad@ o molest@ por algo, pregúntate: “¿Cómo puedo reinterpretar este evento en una forma que me pueda sentir bien o al menos un poco mejor al respecto? Esto permitirá que la energía que empleas para enojarte se destine ahora para utilizar tus recursos para poder hacer algo al respecto y eso es lo que te hará sentir mejor y moverte.
Entonces lo que sugiero es que examines todas las creencias que se mantienen en torno a las emociones y las situaciones que las provocan.
Comienza a ser más consciente y de cómo las emociones surgen y pregúntate ¿qué tengo que aprender de esta situación que me está haciendo sentir esta emoción que siento?
Con la práctica de adoptar ese enfoque y la observación de las emociones que puedan surgir en ciertos acontecimientos y hechos te permitirán identificar tus creencias con respecto esa situación.
¿Qué tal si la próxima vez que sientas una emoción que no quieres sentir, te permite sentirla y te centras en escuchar el mensaje que tienen para ti y la gestionar?
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