Muchos son los desafíos que deben afrontar dos personas que eligen
comenzar una relación como pareja. Durante todas las etapas del vínculo habrá
problemas, roces y conflictos propios del hecho de que se trata de dos
personalidades diferentes, con diferentes historias de vida, diferentes
expectativas y diferentes ideas.
Pero algo común a casi todas las relaciones de pareja son la inseguridad y los celos, dos conceptos que van siempre de la mano, en una especie de círculo vicioso del que no es fácil salir.
Celos patológicos: Desconfiar de todo y de todos.
“Si creas la relación desde el miedo, desde la amenaza,
inconscientemente empiezas a mirar alrededor, encontrando rival o rivales.
Desde las primeras semanas sientes inseguridad. Existen celos patológicos que
desconfían hasta de la sombra”, agrega.
“Si creas la relación desde el miedo, desde la amenaza,
inconscientemente empiezas a mirar alrededor, encontrando rival o rivales.
Desde las primeras semanas sientes inseguridad. Existen celos patológicos que
desconfían hasta de la sombra”, agrega.
Según explica la directora de psicología solemos confundir abandono con ruptura. Si entendemos que una pareja es una construcción adulta, sabremos que, si dejamos a la pareja o nos dejan, no se trata de un abandono sino de una ruptura.
Dejar de sentir celos es un proceso, no se logra de la noche a la mañana y depende de muchos factores y de las herramientas con que cuente una persona para trabajarlos.
En primer lugar, si los celos y las inseguridades ya han sido la causa
de la ruptura de una relación de pareja anterior, la persona debe realizar un
análisis profundo antes de comenzar una nueva relación, porque, según Rosalba,
“los celos tienden a repetir el mismo esquema”.
También se aborda otro aspecto clave para
superar el problema, que es reconstruir la propia autoestima. “Esto te ayuda a
sentirte mejor tú y por ende, la relación de pareja”, asegura esta profesional
y agrega que “los celos pueden ser fruto de una autoestima destruida, pero
superar esto no es rápido, requiere un trabajo”.
Con todo, y según recomienda Rosalba, “hay que ver la solución en
primera persona, porque la solución está dentro de uno mismo”.
Los mitos del “amor romántico” en nuestra sociedad.
Un aspecto que suele incidir en la inseguridad de una persona frente a
su pareja, es la idea de “amor romántico” que circula en nuestras sociedades.
En este esquema, el otro es una propiedad a la que, como tal, se puede
dominar, controlar y hacer a la medida que uno quiere.
“Los celos son influidos por el mito del amor romántico de que tu pareja
es ‘tuya’. Pero nadie es tuyo ni tú eres de nadie. Ninguna persona debe o
debería ser ‘propiedad de’ y las expresiones como: mi marido, mi esposa, mi
novia… refuerzan la idea de propiedad control sobre la persona”, argumenta
Rosalba.
Muchos profesionales de la psicología coinciden en que esta construcción
colectiva que hemos hecho como sociedad sobre el amor romántico, está llena de
conceptos que no solo no contribuyen a relaciones sanas y felices, sino que,
por el contrario, la perjudican.
Algunos ejemplos de esos mitos son “la media naranja”, “el amor todo lo
puede” o “los polos opuestos se atraen”. Lo que ocurre cuando una persona
afronta las consecuencias de estas falsas creencias, es un vacío al que
intentará llenar “apropiándose” de otra persona para sentirse completa.
¿Cuándo es momento de pedir ayuda profesional?
Para determinar si nuestros celos son nocivos para nosotros y los demás, habrá que estar atentos a señales asociadas como la baja autoestima, palabras de autodevaluación, sentimientos de inferioridad, episodios de agresividad o violencia, deseos de venganza, obsesión, etc.
Es decir, los celos se convierten en un problema cuando generan este tipo de efectos asociados que, sin dudas, son muy destructivos no solo para la pareja sino, en primer lugar, para la persona que los siente.
En estos casos, es recomendable consultar algún terapeuta para evaluar
la posibilidad de comenzar sesiones presenciales u online que nos permitan
reducir progresivamente estos malestares hasta eliminarlos de nuestra vida.
Tal y como ha mencionado Rosalba, no es rápido y requiere trabajo. Pero
vale la pena intentarlo: detrás de estas herramientas está la posibilidad de
vivir una pareja plena y feliz, donde ambas partes entreguen su mejor versión
como personas.
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