Si solo enfatizas lo que se considera admirable en la persona que crees
amar y evitas su parte negativa, puede que tengas limerencia.
Todos, en algún momento, hemos sentido esas ganas irrefrenables de compartirlo todo con alguien.
Tiempo, secretos, espacio, intimidad, alegrías, tristezas. Todo se tiñe del color de esa persona, ya elevada en un pedestal de ilusiones y espejismos. Actos, actitudes, rutinas y pensamientos quedan condicionados y controlados por él o ella. Todo esto solo puede significar algo: estás enamorado/a.
O no, puede que estés locamente enamorado/a.
Literalmente. Puede que estés obsesionado/a.
Si es así, no te preocupes. pese a sentirse mal, es un sentimiento
inofensivo. Pero de no reconocerlos con claridad, distinguirlos y reaccionar
adecuadamente ante ellos, el potencial perjudicial que pueden tener estas
obsesiones es muy elevado. En este caso es cuando aparece la limerencia.
El amor obsesivo
Es un estado mental involuntario que surge de una atracción romántica
combinada con una necesidad obsesiva de ser respondido de la misma forma, pese
a no serlo
Este término se refiere al amor obsesivo. Es un estado mental involuntario
que surge de una atracción romántica combinada con una necesidad obsesiva de
ser respondido de la misma forma.
Fue acuñado por primera vez en 1979, en el libro ‘Love and Limerence:
the experience of being in love’, de la psicóloga Dorothy Tennoy. La doctora
creó el término gracias a su trabajo en la década de los 60, tras entrevistar a
más de 500 personas sobre temas románticos. En la actualidad, la palabra se
relaciona con el trastorno obsesivo-compulsivo.
A diferencia del enamoramiento a primera vista, de un flechazo, este estado puede durar meses o años. Aquella persona que padece limerencia sufre una gran cantidad de pensamientos intrusivos y ve evidencias inexistentes de reciprocidad en cualquier evento externo que involucre, aunque de refilón, a la otra persona.
“Me ha mirado: me ama” o “le gustan los macarrones como a mi:
está enamorada de mi”.
Cómo diferenciar amor de obsesión
Si tu atracción hacia una persona desconocida (o no) se basa en sus
perfiles de Instagram, Facebook o cualquier otra red social, la limerencia
tiene una raíz irreal. Pero esto no se puede convertir en norma, ya que este
encaprichamiento obsesivo también puede tener una base palpable, real.
Una detección a tiempo
Conocer los efectos de un amor obsesivo y reconocerse en ellos es una
manera de detectar un comportamiento enfermizo
Otra manera de identificar la diferencia, según apunta la doctora, es
ver si uno está tratando de imitar la actitud de la persona supuestamente
amada.
Efectos físicos y psicológicos
Reconocerse en ellos puede ser una manera de detectar un comportamiento obsesivo, o lo que Van Kirk reconoce como “enfermedad del amor”.
Cambiar la propia agenda para encontrarse con la persona deseada, adquiriendo un comportamiento parecido al de un acosador; desear de forma extrema el bienestar de la persona amada por encima de todo; enfatizar lo que se considera admirable en la persona y evitar su parte negativa; falsear la actitud para forzar una personalidad acorde a los gustos de la otra persona; o, entre otras actitudes, sentir alivio al pensar en la otra persona, al hablar con ella o, simplemente, al mirarla.
Hay también efectos físicos (como palpitaciones aceleradas, temblores, sudoración inconstante o desordenes alimentarios), pero también peligros latentes.
Si la limerencia se experimenta dentro de una relación, puede terminar rápidamente en un desastre, escribió el Dr. Tennov en su investigación.
En una
relación sana, ninguna de las personas sufre esta limerencia, y asume con
tranquilidad los cambios habituales (fogosidad, estabilidad...) que suceden en
el marco de la relación.
Fuera de una relación, el tiempo suele poner las cosas en su lugar. “O el propio individuo objetivo de la limerencia o alguien cercano a él ayudará a la persona encaprichada a darse cuenta de que su interés es unilateral y no sostenible en una relación realista”.
Es por eso que hablar de lo que uno
siente con amigos, familia, profesionales puede ayudar a la persona encallada
en esta obsesión a salir de ella.
El tiempo ayuda
“O el propio individuo objetivo de la limerencia o alguien cercano a él
ayudará a la persona encaprichada a darse cuenta de que su interés es
unilateral y no sostenible en una relación realista”
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