LA DIETA Y ALGUNOS TRUCOS AYUDAN A MITIGAR EL PASO DEL TIEMPO



Se te había ocurrido  alguna vez pensar que la dieta juega un papel primordial  a la hora de esquivar  las arrugas  ¿O que la aplicación  de automasaje  o la realización de determinados ejercicios  actúan en el mismo sentido?.

El espejo, ese ingrato chivato, acaba de darle un soberano disgusto: las primeras arrugas empiezan a hacer acto de presencia.

Cosa bien natural, si tenemos en cuenta que no son sino un lógico reflejo del inexorable paso del tiempo. Pero ¿es posible retrasar esta aparición? ¿Hay algún truco mágico capaz de ayudarnos en esa difícil misión?

Pues sí, lo hay, y más de uno. Por ejemplo, consuma alimentos ricos en las vitaminas más adecuadas para la piel. Mantenga su epidermis bien limpia e hidratada. O utilice mascarillas, que podrá preparar usted mismo...

ALIMENTOS: QUE CONTENGAN MUCHA VITAMINA A Y B

En realidad, el primer paso al alcance de todo el mundo es seguir una dieta alimenticia equilibrada que proporcione a la piel las vitaminas y sales minerales que la mantienen en forma. 

Consumir productos ricos en vitaminas del grupo B y en vitamina A son la primera garantía anti-arrugas. Las vitaminas B2, B5, B6 y PP son llamadas precisamente las vitaminas de la belleza, porque intervienen activamente en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, que condicionan el buen estado de la piel.

Se encuentran sobre todo en la leche, la yema de huevo, y los cereales enteros. La vitamina A es indispensable para la protección de la piel frente a los agentes exteriores y, entre otros cometidos, actúa activando la melanina.

Este es el pigmento protector que nos broncea, defendiéndonos de los rayos ultravioleta.

Además de en la leche, la mantequilla y la yema de huevo, se halla en grandes cantidades en las hortalizas con  color , como la zanahoria, las espinacas y el perejil, y también en los albaricoques y limones. 

El vinagre, la sidra y el aceite de germen de trigo son también excelentes para la piel. En cambio la sal , que produce una exagerada retención de líquidos , debe consumirse con mucha moderación.

PIEL, LOS POROS BIEN LIMPIOS

La protección de la zona superficial de la piel incluye además  unas normas de higiene 
e hidratación .Es fundamental bañarse  o ducharse diariamente y una vez a la semana hacerse una exfoliación corporal para mantener los poros libres de impurezas.

Pero hay que tener  cuidado con el tipo de jabón que se emplee. Este debe ser  siempre neutro, es decir, respetará el grado de acidez de la superficie cutánea.

Cualquier  producto que apliquemos sobre la piel se incorpora  al manto graso natural..

Cuando resulta demasiado  ácido o alcalino lo destruye y llega a atacar las membranas celulares de las capas superficiales produciendo pequeñas lesiones que favorecen la aparición de arrugas.

Y tras la higiene debe siempre venir la hidratación. El uso de una buena crema hidratante en todo el cuerpo y particularmente en las zonas más expuestas o delicadas (rostro, cuello, manos...) nos dará la seguridad de que la piel conserva en todo momento el grado de humedad necesario para estar protegida.

Cuidado con los tóxicos, que dañan el equilibrio cutáneo. El humo del cigarrillo reseca las mucosas. Al ser vasoconstrictor, dificulta el proceso de ventilación de la piel. Algo parecido ocurre con el alcohol y los estimulantes, tipo café o té.

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