El Chi Kung (también escrito Qigong) es un arte de origen chino cuyo
objetivo es conocer, utilizar y optimizar el sistema energético del cuerpo
humano tal como lo entiende la Medicina Tradicional China (MTC). Lo mismo que
hace la acupuntura con las agujas, lo hace el Chi Kung mediante el movimiento,
la respiración y las visualizaciones.
'Qi Gong', tiene su origen en la medicina tradicional china y los que la
practican se refieren a ella como "la fuente de la juventud".
Con "Qi Gong" no solo se trabaja en el equilibrio y se
mantiene el organismo activo a diario, también ayuda a aportar calma y
sensación de quietud a la mente y reducir la presión arterial. Joaquín Almería,
pionero en la práctica del "Qi Gong" terapéutico y experto en
medicina tradicional china, la describe como "una terapia basada en el
control de la respiración. Ayuda a eliminar las tensiones y el estrés, siendo
un auténtico caudal de paz que aporta salud y vitalidad".
La clave de sus efectos sobre la salud derivan de su capacidad para
encontrar un equilibrio entre mente y cuerpo a través de una serie de
movimientos y visualizaciones que se conectan con la respiración.
Según el Chi Kung, estamos sanos cuando disponemos de abundante energía vital --o Chi-- circulando por donde tiene que circular sin estancarse ni dispersarse; cuando dicha energía es de calidad, y cuando no se produce ni un exceso ni una deficiencia de Chi en ninguna parte del organismo.
Estamos sanos
cuando estamos equilibrados por dentro. Estamos enfermos cuando hay un exceso,
una falta, un estancamiento o una dispersión de Chi.
El objetivo del "Qi Gong" consiste en llenar al organismo de energía vital, denominada "Chi" o "Qi", que se reparte por cada zona del cuerpo en sentido circular, sin que se detenga o estanque, para mantener una buena salud:
"La finalidad de esto es que, al hacerlo, se abran los canales o meridianos por los que circula nuestra energía vital permitiendo que ésta fluya de forma correcta, y consiguiendo una sensación de calma, paz y equilibrio que beneficiará tu bienestar emocional así como tu salud en general", apunta Almería.
Como último motivo para practicar a
diario los 3 ejercicios que propone el especialista, aquellos que lo hacen se refieren
a ellos como la "fuente de la juventud.
Los 3 ejercicios que conectan cuerpo y mente
1. Despertar de energía interior: Para empezar con este primer ejercicio se frotan las palmas de las manos hasta calentarlas y, después, se separan entre sí como si sujetaran una bola de energía.
"La palma de la mano derecha estará arriba y la de la izquierda abajo, sosteniendo la bola.
Acariciamos la bola hasta poner la palma de la mano izquierda arriba mirando a la palma de la mano derecha, abajo", explica el especialista.
A continuación, se posa
la palma de la mano derecha sobre el pecho y la de la izquierda sobre el
abdomen y se realizan diez respiraciones primero, para terminar, se
intercambian ambas manos y se realizan otras diez más.
2. Espiral para no flaquear: El segundo ejercicio comienza de pie con los brazos en abiertos en cruz y las palmas de las manos orientadas hacia abajo: "Pasa el peso al pie izquierdo a la vez que realizas una espiral con el tronco, el brazo izquierdo y el brazo derecho.
Para ello, lleva el pulgar y el brazo izquierdos hacia arriba y hacia fuera (el omoplato izquierdo bajará), y el brazo y pulgar de la mano derecha hacia abajo y hacia atrás", apunta Almería.
De esta forma se dibuja una forma espiral con cada
brazo: "Sigue con el tronco la espiral del brazo izquierdo, mirando con
atención la mano izquierda. Respira tres veces. Vuelve al centro y realiza
exactamente el mismo movimiento hacia la derecha".
3. Acopio energético y de serenidad: Por último, se colocan ambas manos (la una sobre la otra) a unos cuatro centímetros del ombligo y se mantienen ahí para sentir el calor que emana de la zona.
"Escucha la respiración sin intentar manipularla. Al espirar intenta visualizar una bola de luz en el interior del centro de gravedad, una luz que se expande ocupando el espacio que deja el aire que se va.
Al inspirar visualiza cómo entra el aire y la luz mengua sin desaparecer, para volver a expandirse al espirar", detalla el experto.
El ejercicio se termina al visualizar la secuencia a lo largo de diez
respiraciones.
Me facino leer este articulo u lo pondre wn practica. Muchas gracias Carmélita.
ResponderEliminarEscribiré otros artículos sobre este tema. Gracias Lolys
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