.
Existen personas que con sus actitudes tratan mal.
No se trata de atacarlas, pero tampoco se trata de callarse. Ser educado no es aguantar.
Con la misma tranquilidad con que el otro te ofende, tú puedes contestar. Dar la respuesta que te haga sentirte bien, porque tu ánimo es el de defenderte y protegerte. Recuerda que solo te afecta si lo permites.
En estas situaciones es útil usar la ironía, como una forma de expresión en la que aprovechas el mensaje que te ha dado esta persona para utilizarlo en su contra.
Esta pequeña historia es atribuida a Mahatma Gandhi durante sus años de estudio de leyes en Londres, el líder indio debió enfrentarse a un antipático profesor. Más allá de su veracidad, deja una gran enseñanza.
Lección de vida, valor e inteligencia: Solo te afecta si lo permites.
Cuando Mahatma Gandhi estudiaba Derecho en Londres, un profesor de
apellido Peters le tenía mala voluntad, pero, el alumno Gandhi nunca le bajó la
cabeza y eran muy comunes sus encuentros.
El profesor muy altanero, le dice: Estudiante Gandhi, «¡usted no
entiende! Un puerco y un pájaro no se sientan a comer juntos».
Gandhi le contesta: ¡Esté usted tranquilo profesor, yo me voy volando! Y
se cambio de mesa.
El profesor Peters lleno de rabia, porque entendió que el estudiante le había llamado puerco, decidió vengarse en el siguiente examen.
Pero el alumno
respondió con brillantez a todas las preguntas.
Entonces el profesor le hace la siguiente interpelación: «Gandhi, si
usted va caminando por la calle y se encuentra dos bolsas, una de sabiduría y
otra de dinero, ¿Cuál de las dos se lleva?».
El profesor sonriendo le dice: «Yo, en su lugar, hubiera agarrado la
sabiduría, ¿no le parece?
Gandhi responde: «Cada uno toma lo que no tiene, profesor».
Gandhi toma la hoja y se sienta, al cabo de unos minutos se dirige al
profesor y le dice: «Profesor Peters, usted me ha firmado la hoja, pero no me
puso la nota».
A veces la gente intenta dañarnos con ofensas que ni siquiera nos hemos ganado.
Pero sólo nos daña el que puede y no el que quiere. Si permites que una
ofensa te dañe, te dañará. Pero si no lo permites, la ofensa volverá al lugar
de donde salió.
Tu objetivo no es agredir al otro, sino proteger tu autoestima.
Tienes derecho a defenderte de la ofensa recibida, no a hacer como si no hubiera pasado nada, porque si pasa, y el grado de malestar que sientas dentro de ti es el reflejo de lo que se quedó por expresar.
Muchísimas gracias 😙😙😙😙😙😙😙😙
ResponderEliminarA ti Esperanza
ResponderEliminar