Todos encaramos momentos que desafían incluso a los hombres y mujeres más fuertes. Podemos tener un accidente que nos incapacite, haciéndonos débiles e indefensos.
La empresa a la que le dedicamos treinta años de trabajo ha reducido su tamaño y somos despedidos sin saber qué nuevo rumbo seguir. Pocas personas pasan por la vida sin tener que hacer frente a alguna aflicción.
Muchos de nosotros no estamos preparados para los desafíos de la vida. A menudo nos encontramos con que durante esos momentos nos rendimos ante la presión.
Podemos cuidar alegremente a los seres queridos que están enfermos
durante los primeros días o semanas, pero a medida que su enfermedad persiste y
no encontramos cambios en su progreso, podemos sentir que las tensiones de la
vida comienzan a amenazar nuestra tranquilidad y paciencia.
Un hijo que recibe una mala nota de vez en cuando puede decepcionarnos, pero si el mismo hijo continúa mal en la escuela año tras año, nos causa desánimo y frustración.
La búsqueda de un cónyuge nos puede poner nerviosos, pero si después de años, todavía no encontramos la pareja perfecta, podemos desarrollar ansiedad con todos sus síntomas físicos. Por otro lado, aquellos que están en un matrimonio fallido y buscan una separación, pasan por el dolor de la pérdida y también por todas sus tensiones.
No podemos poner fin a los desafíos de la vida. No tenemos control del universo que nos rodea.
No podemos decir con certeza que no perderemos el
trabajo, nuestra casa, nuestra riqueza o un ser querido. Lo que podemos hacer
es enfrentar estos desafíos con un sentido de valentía para no quedar
incapacitados por el miedo y la desesperación.
A veces en nuestra vida se nos presentan dificultades que no sabemos
cómo afrontar, de estas dificultades debemos saber que son oportunidades en la
vida para mejorar nuestro crecimiento.
La vida no siempre va a ser un lugar agradable, pero está en nosotros
saber afrontar todas las situaciones que se nos presenten con la mejor
disposición, siempre intentando ver el lado positivo.
Convertir desafíos en oportunidades:
Existen varias formas de afrontar los desafíos de la vida, podemos
lamentarnos, hacer que otro cargue la culpa y no afrontarlos. O podemos ser valientes
y ver siempre en cada desafío una oportunidad para crecer.
Las oportunidades siempre están
Cuando podemos convertir los desafíos en oportunidades, nos convertimos
en personas más atentas a nuestro entorno, ya no buscamos situaciones que nos
hagan caer, sino que buscamos esas oportunidades en la vida que nos hagan
crecer en todos los ámbitos.
Comentarios
Publicar un comentario