LOS ALBARICOQUES Y EL ESTREÑIMIENTO - SUS PROPIEDADES


Además de ser un delicioso alimento, los albaricoques son ricos en potasio. 

De hecho, 40 gr. diarios de albari­coques secos aportan alrededor del 20% de la ración diaria de potasio indicada para los adul­tos.

Además, es uno de los frutos con mayor contenido en betacaro-teno, un antioxidante que reduce el riesgo de padecer LESIONES CARDIACAS. A la hora de adquirirlos, no olvidar que los de color naranja intenso son precisamen­te los que contienen más betacaroteno.

En lo que se refiere a sus beneficios y propiedades, es ideal en los niños, ya que ayuda en el crecimiento óseo, en los tejidos y en el propio sistema nervioso de éstos.

Posee un gran poder laxante, por lo que ayuda en los problemas de tránsito intestinal, como es el caso del estreñimiento (e incluso tiene la capacidad de desinflamar los intestinos), así como en los problemas de retención de líquidos al ser diurético.

Es rico en vitamina A, B1, B2 y C. Son una gran fuente de hierro.

Tiene propiedades mineralizadoras y laxantes.

Es muy útil para las mujeres o personas con tendencia a la anemia.

La parte de lo orejones es rica en potasio, por lo que ayudan al cuerpo a deshacerse de la cantidad de agua y sal que no necesita.

Además de ser un alimento bajo en calorías, es muy recomendable para la prevención del cáncer.

Son muy recomendados sobre todo secos para combatir el estreñimiento.

Ayudan a prevenir la mala visión nocturna, en las afecciones de la piel y problemas del sistema respiratorio.

Cuando se consumen, evitar comer los huesos porque son tóxicos.

Son ideales para complementar los guisos, debido a su ligero punto de acidez. Se usan para hacer numerosos postres y pasteles y para elaborar dulces o galletas.

 
Los Albaricoques son Vitamínicos , ligeros y muy beneficiosos.
Es mejor tomarlos crudos y con la piel bien lavada porque ésta es rica en vitamina C y ácido fó-lico. Y para pelar las piezas, sólo hay que escaldarlas en agua unos segundos.'

Su consumo ayuda a conservar la salud de la vista y piel, previene el estreñimiento y las infecciones.
Buen reconstituyente capaz de prevenir algunos transtornos.


Originario de China, el albaricoque se introdujo en Europa hacia el siglo I gra­cias a los romanos y, más tarde, a los árabes. Como su nombre botánico indica (Prunus armeniaca), se trata de una ciruela de sabor dul­ce y piel aterciopelada.


Los mejores albaricoques se encuentran al final de la primavera y es uno de los pocos frutos que no se pue­den adquirir frescos fuera de su temporada natural, por lo que debemos apro­vecharla al máximo.


Dos o tres albaricoques son la ración idónea para beneficiarnos de su aporte nutricional, principalmen­te valioso por ser la fruta más rica en provitamina A,
necesaria para mantener sanos y jóvenes nuestros te­jidos, la vista y la piel.

Aunque el albaricoque no condene mucha vitami­na C, sí aporta una dosis considerable de minerales y oligoelementos que contri­buyen a reforzar nuestro sis­tema inmunitario y cardio­vascular. Estamos hablando del potasio, magnesio, yodo y cinc.

En cuanto al potasio, cabe destacar que se trata de uno de los puntos fuer­tes del albaricoque pues cantidades elevadas de éste tienen efectos diuréticos e hipotensores, muy apropia­dos para personas con pro blemas cardiovasculares. Asimismo, el albaricoque es una de las pocas frutas que
es beneficiosa para aquellos que están muy expuestos al sol.

En qué casos se recomienda

Para prevenir el envejecimiento prematuro ,debi­do a sus nutrientes de efecto antioxidante.

Si tenemos problemas oculares  como sequedad, irritación o pérdida de agudeza vi­sual, tomar albaricoques regular­mente hará que estos trastornos mejoren gra­cias a la provitamina A.

En caso de estreñimiento, los albarico­ques con piel (previa­mente lavada) son un efectivo laxante y un buen complemento vi­tamínico y mineral.

A personas con Hipertensión . El bajo aporte de sodio de esta fruta, además de su ri­queza en potasio y vita­minas antioxidantes, la hacen idónea para per­sonas con problemas cardiovasculares.

Para evitar infecciones . Los carotenos del albaricoque aumen­tan nuestra resistencia a las infecciones, en es­pecial a la dermatitis, faringitis y sinusitis.

El albaricoque está maduro cuando cede un poco a la presión de los dedos y tiene un tono anaranjado.

Contiene yodo, un mineral para el correcto funcionamiento de la tiroides  pero difícil de encontrar ( solo los pescados ,algas marinas junto algunas frutas y verduras lo incluyen ).

Y, por si fu poco, proporciona UNA cantidad mínima de AZUCAR y escasas calorías (39 por 100 g).


Puede disfrutarse durante todo el año y si se toman secos ( orejones) son una fuente extraordinaria de energía  y proteínas ( 260 KCAL POR CADA 100 GR.

S e tienen que elegir los más maduros ya que pueden resultar indigestos.
El albaricoque está maduro cuando cede un poco a la presión de los dedos y tiene un tono anaranjado.

DESCUBRE LAS FORMAS MÁS SANAS DE TOMARLO

Su sabor suave y dulce combina muy bien con ensaladas, carnes y pescado.

Crudo con zumo de naranja , es la mejor manera de tomar albaricoques pues su bajo contenido en vitamina C se completa al mezclarlo con alguna fruta cítrica.

En ensaladas  es excelente porque su sabor suave y dulce combina muy bien con la lechuga.

Como guarnición de carnes , asado o cocido. Esta fruta es un delicado acompañamiento para guisos de ave que no aportará calorías a nuestro menú.

En puré  es ideal para los niños que se resisten a tomar fruta. Para hacerlo aún más apetitoso puede mezclarse con yogur, crema de queso o cualquier tipo de helado.

Es un sano relleno  de tartas, repostería y ere pes dulces; o bien, como mermelada en tostadas.

En compota . Si se mezcla la compota de albaricoque con orejones, el
resultado es un delicióse plato con efecto laxante.

RECETA DE ALBARICOQUES:



ALBARICOQUES EN ALMÍBAR 

TIEMPO 20 min

CALORÍAS 195 kcal

DIFICULTAD baja

PRECIO bajo

INGREDIENTES (6 personas)
16 albaricoques__
15 cucharadas de miel
50 g de azúcar_
2 cucharadas zumo de limón 90 mi de agua
Anís estrellado en polvo Flores de anís estrellado

1.-PRIMERO, SE ESCALDAN Y REFRESCAN LOS ALBA­RICOQUES para poder pelarlos con mayor facilidad. Hecho esto, se dividen en dos mitades.


2.-SE PREPARA EL ALMÍBAR disponiendo, en una cazuela pequeña, la miel, el agua, el azúcar, el zumo de limón y el anís estrellado en polvo.


3.-CUANDO EMPIECE A HER­VIR LA MEZCLA, se incor­poran los albaricoques y se deja cocer todo a fuego lento durante 12 minutos. Pasado este tiem­po, se retira la fruta del fuego y se reserva en un cuenco aparte.


4.-SE DEJA REDUCIR EL AL­MÍBAR dos minutos más y se retira del fuego. Por último, se reparten los albaricoques en los platos con el almíbar y se deco­ran con las flores de anís.

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