Las personas vivimos interconectadas entre nosotras, creando y rompiendo casi diariamente vínculos con el resto de la sociedad.
Sin embargo, desde que nacemos, desarrollamos un cierto apego hacia determinadas personas, sean nuestros padres, madres, nuestras más íntimas amistades o nuestras parejas.
Pero, aunque seamos conscientes de esta unión con ellos, muchas veces no sabemos que esto es provocado por una serie de cambios químicos producidos por nuestro propio cerebro.
El nombre de la hormona del amor es oxitocina. Estoy segura de que a muchos de vosotros os sonará este nombre, pues esta hormona es la encargada de inducir el parto en las mujeres. Sin embargo a parte de esta función, posee muchas otras, siendo incluso algunas de ellas desconocidas aún por los investigadores.
Si que es cierto que es sabido que la oxcitocina es la encargada de hacer que conectemos con los demás, es decir, la que nos permite crear el vínculo de afecto con otras personas.
Además, ayuda en el proceso de reproducción y lactancia, por lo que se podría decir que la oxictocina se encuentra presente en todas las distintas formas de amor existentes.
Esta neurohormona esta ligada al sentimiento de confianza, es decir, es la hormona que nos permite considerar a los demás como amigos y no verlos como posibles amenazas. Esta hormona tiene efectos afrodisiácos y regula todas las actividades emocionales del ser humano.
Sin embargo, hay que puntualizar, que algunos estudios incluyen también la vasopresina dentro de las hormonas del amor.
Por qué la oxitocina es la hormona del amor
La oxitocina se considera una fuente hormonal muy importante en la motivación, pues permite una tercera respuesta de afrontamiento más allá de las habituales de “pelea o huida”, la cual consiste en la búsqueda de apoyo, consejo y cuidado de parte de otras personas durante los momentos de estrés.
Además de conocerse como hormona del amor, también cabe saber que se conoce como hormona de cuidado y amistad, pues a parte de activarse frente a aquellas personas por las cuales nos sentimos atraídas, también se activa en aquellos momentos más estresantes para impulsarnos a buscar ayuda en nuestros amigos y personas de confianza.
Esta es considerada por como la hormona del amor principalmente porque tiene la capacidad de producir en la persona que la libera una sensación de bienestar, relajación y felicidad cuando se encuentra en presencia de una persona por la que siente cierto vínculo de apego. En el siguiente artículo puedes leer la Teoría del apego: tipos y desarrollo.
También se ha podido observar como durante las relaciones sexuales, en el momento en que las personas llegan al orgasmo, se ven aumentados los niveles de vasopresina (en hombres) y oxitocina (en las mujeres), lo cual tiene como consecuencia un sentimiento/sensación de apego hacia la otra persona.
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