Las creencias limitantes son pensamientos
expresados en forma negativa.
Las creencias limitantes son ideas, opiniones
o pensamientos negativos que consideramos como ciertos, sin que necesariamente
lo sean, y que condicionan nuestra vida.
Ejemplo.
No valgo para nada ...
No voy aprobar ...
No me van amar ...
Se dice que las creencias se forman entre los
0 y 7 años al igual que los mecanismos
de defensa.
Pensar negativamente sobre lo que somos,
valemos o podemos hacer lo hemos hecho todos alguna vez y es normal. Las
creencias son parte de nuestra vida y pueden ser personales, sociales o
culturales.
Cuando nos referimos a creencias limitantes,
estamos hablando de las que son negativas, porque nos limitan, nos bloquean,
nos impiden ser realmente quienes somos o conseguir aquello que queremos,
Vivimos dentro de un sistema de creencias.
Creemos un montón de cosas: unas, impuestas por la sociedad; otras, heredadas
de nuestras familias, y muchas de ellas, consecuencia de lo que somos, de
nuestra personalidad.
Las creencias ejercen una poderosa influencia
sobre nuestra vida: pueden moldear, afectar e incluso determinar nuestro grado
de inteligencia, nuestra salud, nuestras relaciones, nuestra creatividad, e
incluso nuestro nivel de felicidad y éxito personal.
La clave para ampliar nuestras posibilidades
de actuación y encontrar alternativas está en cuestionarnos las creencias que
nos están limitando, reconociendo estas intenciones profundas de las que
hablábamos antes y actualizando nuestros mapas mentales para incluir otras
formas más eficaces de cumplimentarlas.
Intenta
darte cuenta de los conflictos que
tenemos en nuestra vida y el esfuerzo que nos supone afrontar según qué
relaciones y circunstancias.
Averigua de donde procede tu creencia ,y
cuando te des cuenta de lo mucho que te limitan, ves dejándolas atrás poco a poco y
sustituyelas por ideas más realistas, esperanzadoras
y positivas.
No tengas este boicot interno y cuestiónate
esas creencias .
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